Corría el año 1942 y las Sras. María Luisa y Lucía Santarelli deciden donar un ombú, símbolo de nuestra pampa, traído de la Estancia «El Socorro» partido de Pergamino.
Pasaron los años y el pequeño ombú empezó a crecer y se transformó en un hermoso ejemplar. En el año 1948 se refacciona gran parte de la escuela, incluido el patio que se embaldosa. Así es como se decide trasladarlo al Balneario Municipal. El Sr. Bressan encargado de la refacción fue quien lo trasplantó. Hoy, allí continúa, como solitario centinela frente al río, frente al cielo, frente a Dios, amplio, generoso, con su verdor, con su sombra, con sus nudosas raíces, sobreviviendo a las inclemencias del tiempo, yace erguido como símbolo de nuestra pampa, de cultivos, de malones, de hombres, de niños, de cantos…
Las refacciones terminan en el año sanmartiniano, 1950, donde los niños vuelven a tomar clases en la escuela, mientras tanto, lo hacían en la Municipalidad en el recinto del HCD y en una casa en calle Sarmiento, actualmente perteneciente a la familia Cortés.